¿Sufres de ansiedad y aun no has logrado combatirla? ¿Ya no soportas los dolores en el cuerpo? ¿Quieres sustituir los tratamientos médicos o complementarlos con otra clase de prácticas para sentirte mejor? Si respondiste «sí» en cualquiera de estas interrogantes, hoy te traemos una solución que te podrá ayudar: la medicina alternativa. Descubre enseguida de qué trata.
¿Qué es la medicina alternativa?
La medicina alternativa también se suele denominar «medicina no convencional, «medicina marginal» y «medicina heterodoxa».
El motivo de dichos nombres se debe precisamente a que consiste en el empleo de determinadas prácticas que afirman generar efectos sanadores, como los que provocan los tratamientos estándar (los que provienen de la medicina científica), los cuales sí se basan en la investigación científica y son admitidos y usados a nivel mundial en la actualidad.
Eso significa que la medicina alternativa no se fundamenta en pruebas obtenidas a través del método científico. Aun así, en muchas ocasiones es capaz de generar un efecto placebo, pese a que en algunas ocasiones puedan implicar un poco de riesgo.
Tipos de medicina alternativa y para qué sirve cada una
Hay diversas maneras en las que se aplica la medicina alternativa, unas con cientos de años de antigüedad y otras “más recientes”.
A continuación te revelaremos las más comunes y efectivas:
1. Acupuntura
Se trata de estimular determinados puntos del cuerpo, generalmente por medio de agujas delgadas y alargadas, con la finalidad de aliviar diversos tipos de dolor: de espalda, menstrual y de cabeza, por ejemplo.
A su vez, se usa para aliviar el dolor generado por el parto, la osteoartritis, lesiones (rodilla, codo, cuello y hombros), la fibromialgia y el cáncer.
Hasta el momento no se sabe con precisión cómo funciona esta medicina alternativa. Sin embargo, se piensa que los puntos de acupuntura están situados cerca de las fibras nerviosas. Por ello es que cuando se estimulan, tales fibras le indican al cerebro y a la médula espinal que libere químicos para calmar el dolor.
2. Biorretroalimentación
Otra medicina alternativa bien particular es la «biorretroalimentación» o «bioatorregulación», la cual sirve para tratar el alcoholismo, la ansiedad, el dolor de cabeza, el estreñimiento y el insomnio.
Esta técnica mide las funciones del cuerpo, como las ondas cerebrales, la temperatura de la piel, la presión arterial, la tensión muscular, la frecuencia cardiaca, la respiración, etc.
Para ello, se colocan electrodos (parches) en distintas partes del cuerpo para que la información sobre las mismas se muestre en un monitor.
Al estar al tanto de esas mediciones, se pueden llegar a cambiar estas funciones para mantenerlas en control. Los medios por excelencia son la fijación en la mente de imágenes apacibles y entrar en un estado de relajación.
3. Hipnoterapia
Consiste en seguir una serie de sugerencias previas junto con varias instrucciones suministradas por el hipnotizador (persona que hipnotiza). No obstante, es posible que la persona se autohipnotice administrándoselas por sí mismo. En este caso, se denomina «autohipnosis».
Los beneficios de la hipnoterapia son muchos. Los ejemplos principales giran en torno a dejar hábitos perjudiciales para la salud (tabaco, drogas y alcohol), adelgazar, ser más productivo (en el trabajo, los estudios, la actividad física…) y mejorar la concentración y la memoria.
Asimismo, la hipnoterapia contribuye a superar las fobias, tratar el insomnio y problemas emocionales, bajar los niveles de estrés, calmar el dolor menstrual y de cabeza, y curar la disfunción eréctil y la eyaculación precoz.
4. Ozonoterapia
Es una terapia que consiste en aplicar ozono médico con fines terapéuticos para que los órganos y los tejidos funcionen correctamente, aunado al tratamiento de muchas enfermedades, siendo una de las más significativas el pie diabético.
Esta técnica se define por ser natural en su totalidad y por las escazas probabilidades de aparición de efectos adversos y secundarios, siempre y cuando se realice de manera adecuada.
5. Herbolaria
Se basa en la utilización de todo tipo de hierbas: hojas, raíces, flores y semillas de plantas, a partir de las cuales se crean productos en forma de polvos, cápsulas, tés y píldoras.
El uso principal de la herbolaria es prevenir y curar enfermedades, como la tos, la bronquitis, el asma u otras infecciones del sistema respiratorio. Además, se utiliza para mantener la salud en condiciones óptimas.
6. Magnetoterapia
Antes de conocer un poco sobre la magnetoterapia, «terapia magnética» o «biomagnetismo», debes saber que esta técnica considera que las células del organismo están constituidas por cargas eléctricas, las cuales provocan un desequilibrio energético en el cuerpo cuando se presenta alguna enfermedad.
Ahora bien, para restablecer el equilibrio bioquímico celular, esta pseudoterapia emplea campos magnéticos generados a través de la emisión de corriente de baja frecuencia e intensidad para regular la circulación sanguínea, incrementar la producción de colágeno, favorecer la cicatrización, disminuir la inflamación, dar una sensación de alivio y relajar y aumentar las defensas.
7. Quiropraxia
Es una medicina alternativa en donde los profesionales en esta área de la salud llevan a cabo ajustes en varias zonas del cuerpo, siendo las habituales la columna vertebral.
El fin de esta práctica es aliviar el dolor y subsanar problemas relacionados con las posturas del cuerpo.
8. Homeopatía
Dentro de los tipos de medicina alternativa, la homeopatía sobresale por el modo en que se fundamenta.
En resumen, este método terapéutico sostiene que una sustancia que causa ciertos síntomas en un individuo sano tiene la facultad de curarlos (o de curar síntomas similares) en una persona enferma, al aplicarse en pequeñas dosis.
Los expertos en esta área preparan los tratamientos considerando estos factores: estado físico y psicológico del paciente junto con los síntomas que presenta y su historial médico y de vida.
Pero con exactitud ¿para qué sirve la homeopatía? Los tratamientos que se elaboran son para prevenir o tratar la migraña, las alergias, el asma, la rinitis, los resfriados, el dolor de garganta, los problemas del sistema digestivo, la artritis, los dolores musculoesqueléticos, la faringitis, el insomnio, etc.
9. Masajes terapéuticos
Los masajes terapéuticos se enfocan en usar las terminaciones nerviosas del organismo y algunos puntos de presión para estimular la relajación.
Esta medicina alternativa es recomendada para personas que viven constantemente estresadas y ansiosas, que están recibiendo tratamiento para combatir el cáncer, que se la pasan malhumoradas, que se les imposibilita controlar el dolor o que se han sometido a cirugías puesto que fomentan la cicatrización.
10. Tai chi
El Tai chi fue desarrollado en la antigua China como una forma de defensa personal (arte marcial). Sin embargo, con el paso de los años pasó a ser una disciplina practicada por millones de personas en todo el mundo no solo para afrontar situaciones en las que se ponga en peligro su integridad física sino para obtener sus múltiples beneficios a nivel mental y corporal: mejora el equilibrio, la movilidad de varias articulaciones (espalda, hombros y rodillas), la flexibilidad, la fuerza, la capacidad aeróbica y la resistencia muscular. Incluso reduce el estrés, controla el asma, activa la memoria y la concentración.
11. Naturopatía
Esta modalidad de medicina alternativa, denominada también como «medicina naturopática», aplica una serie de prácticas pseudocientíficas (acupuntura, ultrasonografía, hidroterapia, plantas medicinales, masajes, terapias de cuerpo y mente, cinesiterapia…), las cuales son catalogadas como no invasivas o naturales.
Al respecto, la naturopatía impulsa la autocuración mediante el poder curativo de la naturaleza: previene y trata las enfermedades por medio de un estilo de vida saludable y prioriza las capacidades curativas innatas del cuerpo.
12. Meditación
Meditar es concentrar la atención en la conciencia, en un objeto externo, en la respiración o en un pensamiento. En consecuencia, resulta indispensable relajar el cuerpo y la mente, y limitar los estímulos del exterior.
Los beneficios que puedes conseguir con la meditación son: paz interior, bienestar emocional, reducción del estrés y de los típicos síntomas de la depresión y la ansiedad.
Aparte, cuando se emplea en conjunto con la medicina científica, puede llegar a controlar estas enfermedades: hipertensión, insomnio, cáncer, asma y problemas en el aparato digestivo.
13. Radiestesia
El propósito de la radiestesia es detectar la enfermedad del paciente, identificar su estado de salud y reponer su campo electromagnético.
En otros términos, esta técnica consiste en hallar en qué parte está presente una radiación negativa con el objetivo de curar energías, las cuales tienden a manifestarse como emociones dañinas o enfermedades, y así vivir en plenitud.
14. Yoga
Una de las disciplinas terapéuticas más populares y longevas es el yoga. Tan antigua es esta medicina alternativa que desarrolló hace miles de años como una práctica espiritual.
Su característica primordial es que conecta la mente, el cuerpo y la respiración mediante ejercicios específicos y posturas físicas que permiten potenciar el sistema inmunológico, ayudar a conciliar el sueño, aumentar la flexibilidad y la capacidad pulmonar, reducir la frecuencia cardiaca y presión arterial, favorecer la relajación y la digestión, tener más confianza, mejorar la coordinación, etc.
Cabe mencionar que la mayoría de los tipos de medicina alternativa no se utilizan individualmente sino como un recurso adicional. De suceder esta situación (fusionar un tratamiento de la medicina científica con uno de la medicina alternativa) esta última se considerará como un tratamiento complementario.