Motivación: Claves para No Rendirte Jamás
¿Te ha pasado que tus planes no salen como esperabas y en seguida ya no sientes nada de motivación? ¿Se te hace difícil mantenerte firme y centrado en la realización de tus objetivos? Es hora de que tomes cartas en el asunto para que nunca te rindas ni dejes tus metas a medias.
Conoce las mejores 9 claves que te ayudarán a seguir adelante en los momentos que sientas cansancio o pienses que todo está perdido:
1. Divide tu objetivo en varias fases
Si hay algo que a todos nos encanta es sentir satisfacción por ir viendo que nuestro esfuerzo y dedicación están dando resultados. En cambio, no ver progresos nos generará apatía.
Para que puedas ver avances y tener el placer de percibir que estás más cerca de cumplir tu objetivo, divídelo en fases o etapas. Es decir, marca y cumple tareas diarias, semanales o mensuales que contribuyan a llegar a tu meta. Hazlo y verás cómo tu entusiasmo incrementará y te impulsará a seguir luchando.
2. Descubre el significado de tus metas
¿Te fijas objetivos y en el fondo no sabes el significado de querer lograrlos?
Si no conoces el significado de cumplir tus propósitos, se te hará muy difícil materializarlos. Debes encontrarlo, definirlo y tenerlo siempre presente para que cada vez que no tengas motivación, lo recuerdes y te inspire a alcanzarlo.
Una forma fácil de descubrirlo es ir desglosando el porqué de querer cumplir una determinada meta. Por ejemplo: si tu objetivo es graduarte de abogado, médico o ingeniero, pregúntate de la siguiente manera por qué quieres conseguir ese título profesional:
- ¿Por qué quieres ser abogado?
- Para tener una buena fuente de ingresos.
- ¿Por qué quieres tener una buena fuente de ingresos?
- Para tener estabilidad económica.
- ¿Por qué quieres tener estabilidad económica?
- Para vivir con comodidades y no depender de nadie.
Allí está el significado de tu objetivo: tener todos tus bienes para vivir a gusto y en tranquilidad (casa, coche, empleo…) y ser independiente económicamente.
¿Ves que no es solo adquirir un título universitario que te acredite como profesional en un sector? Tu objetivo va más allá, y eso es lo que siempre debe rondar por tu cabeza.
3. Convierte las críticas en fuente de motivación
Durante el recorrido de tus metas, habrá comentarios negativos, esos que pondrán en duda tus capacidades, habilidades y talento.
Todos esos mensajes de personas que no crean en ti ni te dan su apoyo, los debes tomar como un estímulo para trabajar más cada día. No dejes que te afecten, confía en ti y demuéstrales que están equivocados.
También debes hacer lo mismo con las críticas constructivas y positivas, o sea, escucharlas y analizarlas para modificar lo que haga falta y entender que son una señal de que vas por buen camino.
4. Considera los posibles obstáculos
Ser optimista es una cualidad muy buena. Pero serlo en exceso sí puede ser perjudicial ya que implicaría ignorar o alterar la realidad en su totalidad.
Ni tú ni nadie están exentos de que durante la ejecución de acciones para lograr una meta se presenten obstáculos que interrumpan el proceso. Lo grave del asunto no es eso sino el no creer que eso puede ocurrir.
Si no los consideras, cuando lleguen, es probable que no cuentes con las herramientas necesarias para afrontarlos y termines decepcionándote.
Así que lo ideal es que definas desde un comienzo y durante el camino, las posibles dificultades que puedan afectar tu rumbo. Recréalas. Imagínate que las estás viviendo. De esa manera, si ocurren, sabrás qué hacer para resolver el inconveniente y continuar avanzando.
5. Valora tus progresos
Puede que aun te falte mucho para estar donde quieres u obtener lo que ansias.
Ese largo camino que te falta por recorrer seguro te causa desesperación, desinterés y desmotivación. En esos momentos es cuando debes apreciar cada uno de tus avances, aprendizajes y experiencias.
No le prestes atención a su tamaño o grado de importancia. Por más pequeños que sean, siente orgullo de ello.
6. Entrena tu fuerza de voluntad para incrementar tu motivación
Sí, al igual que los distintos músculos de tu cuerpo, puedes ejercitar tu fuerza de voluntad. De hecho, mientras más la utilices, más tendrás; lo que se traduce a incrementar tus posibilidades de nunca rendirte.
El método más efectivo para conseguirlo es haciendo actividad física. Por ejemplo: si practicas baloncesto, plantéate encestar el balón 20 veces todos los días. Y si no practicas ningún deporte, opta por hacer ejercicios o salir a trotar durante 30 minutos todas las mañanas. ¡Así tengas pereza, debes hacerlo!
Incluso puedes ponerte tentaciones a las que debas resistir, y meditar. En relación con la meditación, las personas que la practican están más propensas a realizar sus deberes. Hay estudios que lo demuestran.
7. Comparte tus planes con alguien de confianza
No siempre podremos hacer todo por sí solos. Somos humanos y es normal necesitar apoyo (económico, moral, afectivo…). Por lo tanto, es fundamental que le cuentes a un amigo, familiar, conocido o a tu propia pareja, lo relacionado con los objetivos que quieres cumplir.
Háblale de tus proyectos, ideas, progresos, experiencias, momentos de frustración y estrés para que esté al tanto de tus deseos. De ese modo tendrás a alguien que te dé consejos sobre qué es lo mejor para ti o cómo puedes hacerle frente a circunstancias que parecen que no tienen solución.
Asimismo, será una persona que te motive, inspire y brinde su ayuda cuando quieras rendirte o cuando creas que tu proyecto no tendrá éxito. En definitiva, te hará retomar fuerzas.
8. Aprende a controlar la frustración
No es un secreto que la desilusión o el fracaso trae consigo tristeza, baja autoestima, desanimo… Tampoco hay duda de que todos estamos expuestos a sentir frustración.
Para evitar que haga de las suyas, es indispensable saberla manejar para afrontarla de la mejor forma posible. ¿Cómo? ¡Sencillo! Cuando algo no suceda como lo esperabas, cálmate, respira profundo, no veas lo peor del panorama ni alimentes tu pesimismo. Concéntrate, piensa en soluciones, toma lo mejor de esa experiencia desagradable y úsala a tu favor.
9. Rodéate de personas que transmitan motivación
Si estás cerca de personas emprendedoras, resilientes, trabajadoras y optimistas, te contagiarás de esa energía.
Procura relacionarte con ese tipo de personas en las que no existe la palabra “rendirse”. Rodéate de aquellas que estén en la misma sintonía que tú y que se esfuerzan por ver sus sueños cumplidos.
Y por el contrario, mantente lejos de las personas tóxicas, de aquellas que andan por la vida sin ningún propósito, que no se alegran de tus logros, que quieran desviarte de tu meta.
Además de seguir estas 9 claves, lee y analiza frases de motivación. En conjunto, vivirás la experiencia de cómo en vez de querer rendirte ante las adversidades, te llenas de energía para continuar adelante.
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