Libertad: Cómo convertirte en Nómada Digital

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Libertad: Cómo convertirte en nómada digital

La mayoría de personas imagina que ser nómada digital es como una vida llena de nuevas experiencias, exóticos manjares y cautivadores amaneceres y es que la idea de vivir en libertad sin estar atado a ningún lugar puede ser muy romántica.

Antes ya era una idea atractiva, pero la pandemia ha demostrado a muchos empresarios y empleados que trabajar en remoto no solo es posible, sino que también puede ser rentable. Por ese motivo, trabajar mientras se viaja es uno de los nuevos paradigmas laborales.

Sin olvidar que, hoy en día, conseguirlo es más fácil que nunca gracias a las nuevas tecnologías y profesiones digitales.

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¿Qué es un nómada digital?

Un nómada digital es una persona que trabaja en remoto aprovechando las nuevas tecnologías mientras viaja por el mundo.

Es decir, un nómada digital trabaja a distancia, cambia habitualmente de lugar de trabajo y, a menudo, sigue sus propios horarios. Hay tres aspectos que le definen:

  • Libertad geográfica. Al trabajar por Internet, su oficina es todo el mundo. Y acostumbran a ser personas a las que no les gusta echar raíces.
  • Libertad de horarios. Aquellos que trabajan por cuenta ajena suelen tener una franja horaria en la que estar disponibles, pero el resto del día disponen de libertad.
  • Rechazo del status quo. Los nómadas digitales son conscientes que existen otras formas de vivir, lejos del concepto arcaico de temer que estudiar para encontrar un empleo que dure toda la vida.

Mucha gente asocia el concepto de nómada digital con el de mochilero low-cost, pero a menudo no es así: algunos alquilan casas de lujo o disfrutan de viajes de buceo que cuestan varios miles de euros.

Y es que como nómada digital se puede ganar mucho dinero, como te demostraré más abajo.

También te advierto que hay que emplearse a fondo y ser perseverante. Porque no es fácil quedarse trabajando en una cafetería de Bangkok cuando tienes decenas de atracciones turísticas a tu alrededor.

La revolución de la cultura laboral

La revolución industrial del siglo XVIII instauró un modelo laboral paternalista, en el que se valoraba (y controlaba) que el empleado pasara un cierto número de horas diarias realizando una función en su lugar de trabajo.

Pero Internet y la digitalización están cambiando ese paradigma. Ahora ya no se premia el tiempo dedicado —ni siquiera la productividad—, sino el resultado final.

Estamos viviendo un cambio que se explicará en los futuros libros de historia. Porque la gente es consciente que tiene más opciones a su alcance y ya no busca un trabajo para sobrevivir: quiere un trabajo que también les permita VIVIR.

Por este motivo, cada vez más personas renuncian a empleos poco motivadores, abusivos o mal remunerados para buscar profesiones más libres, alienadas con sus valores y basadas en resultados.

Y de ahí nace el nomadismo digital. De la voluntad de tener más control sobre la vida de uno mismo, de ser más responsable de ella y dejar de ser un esclavo del sistema laboral tradicional.

Este nuevo paradigma sigue generando dudas en aquellas personas que todavía viven en el modelo anterior, pero hay tres realidades que lo hacen imparable:

  1. Trabajo en remoto

Gracias a las nuevas herramientas de gestión de equipos, como Asana o Zoom, algunas empresas flexibilizaron sus condiciones para que sus empleados pudieran trabajar desde casa parte de su jornada laboral.

Aún así, en 2019 apenas un 4,8% de la población activa teletrabajaba de forma regular en España. Pero la pandemia aceleró este cambio: ahora, además del salario y beneficios sociales, los empleados valoran la flexibilidad para realizar parte de su trabajo fuera de la oficina.

Por ello, aquellas empresas que no ofrezcan la posibilidad de teletrabajar parte de la jornada tendrán cada vez más dificultades para encontrar empleados cualificados.

  1. Profesiones digitales

Muchos de los empleos tradicionales, especialmente aquellos implicados en procesos de producción, están desapareciendo al ser sustituidos por robots.

Pero también aparecen muchos otros nuevos relacionados con la gestión de estrategias digitales, un sector tan reciente que todavía no puede ser automatizado por máquinas.

Algunos ejemplos de estas profesiones digitales serían gestor de redes sociales, redactor de contenidos para páginas web, editor de vídeos de Youtube o consultor SEO, por mencionar algunos.

  1. Ingresos pasivos

Internet y las compras online han creado una nueva realidad: la tienda que nunca cierra.

Una web permanece abierta 24 horas al día y 365 días al año, y esto te abre las puertas a automatizar la generación de ingresos y ganar dinero incluso mientras duermes.

A diferencia de los empleos tradicionales, muchos negocios online permiten generar ingresos que no dependan directamente de tu disponibilidad —como por ejemplo poner publicidad en tu web o vender ebooks en Amazon.

Esto los convierte en el tipo de negocio más apreciado por los nómadas digitales. Porque con los ingresos pasivos no solo se gana dinero: también se gana tiempo, el mayor activo que cualquier persona pueda tener.

¿De verdad quieres ser nómada digital?

A pesar de sus evidentes ventajas, este tipo de vida no es para todo el mundo.

Trabajar como nómada digital todavía significa ir contra la cultura impuesta —esa que dicta que necesitas estudiar para encontrar un buen trabajo, ascender profesionalmente y mantenerte en él tanto tiempo como sea posible.

Por ello, la mayor resistencia a la que se enfrentan los nómadas digitales suele venir de su propio entorno familiar y social. No es raro que su decisión de ir a contracorriente sea discutida y menospreciada, y si no se mantiene la cabeza fría puede terminar provocando algún conflicto.

Eso es porque mucha gente aún no es consciente de que se puede ganar mucho dinero por Internet. Porque, a diferencia de la mayoría de negocios físicos, ya no suele ser necesario invertir o poseer conocimientos técnicos para crear un proyecto digital.

Para convertirte en nómada digital también te tiene que gustar viajar, lógicamente. Pero no se trata solo de viajar, sino de traviajar. 

Eso significa ser capaz de mantener el foco y la concentración en tu trabajo, incluso aunque estés rodeado de playas paradisíacas.

Porque recuerda: no estás de vacaciones indefinidas. De lo contrario en breve te encontrarás haciendo las maletas de vuelta a casa.

EL NOMADISMO DIGITAL ES PARA TI SI…

  • Quieres enriquecer tu vida con experiencias
  • Te adaptas bien a los cambios
  • Te agota repetir día tras día la misma rutina
  • Tienes una alta capacidad de concentración
  • Eres una persona organizada y planificada
  • Eres independiente

EL NOMADISMO DIGITAL NO ES PARA TI SI…

  • No quieres que tu familia o amigos discutan tus decisiones
  • Prefieres la seguridad frente a las novedades
  • Te gusta trabajar rodeado de personas
  • Necesitas tener siempre cerca a tu familia o amigos
  • Te distraes fácilmente

Tipos de nómadas digitales

Según el tipo de trabajo que realicen o la duración de su viaje, podemos identificar tres tipos de nómadas digitales:

  1. Nómada digital

Son viajeros sin una residencia fija, que se mueven por distintos países (aunque pueden quedarse durante largas temporadas en uno) mientras trabajan en remoto, generando ingresos que les permitan mantener ese estilo de vida.

Suelen ser pequeños emprendedores con negocios digitales capaces de generar ingresos pasivos, y para mantenerlos tan solo requieren un ordenador y conexión a Internet.

  1. Viajero digital

Acostumbran a ser freelance que tienen empleos remotos, como diseñadores o programadores. En lugar de trabajar todo el año en su lugar de residencia, aprovechan para hacerlo mientras viajan durante 3-4 meses.

Son personas que valoran la libertad por encima del dinero. Muchas también intentan ahorrar lo suficiente durante el resto del año para poder viajar sin tener que llevarse el ordenador.

A menudo no he trabajado en las mejores condiciones.

  1. Trabajador en remoto

En cualquier parte del mundo es posible encontrar gente trabajando en remoto lejos de su país de origen, habitualmente en lugares con mejor calidad de vida, un coste de vida más económico o menor carga fiscal. De esta forma pueden permitirse vivir en sitios o lujos que de otra forma serían impensables.

Aunque no viajen habitualmente, son un buen ejemplo de la libertad que confieren las nuevas posibilidades de teletrabajo.

Formas de ser nómada digital

  1. Emprendedor autónomo

Si tus conocimientos te permiten resolver una necesidad o problema concreto de un colectivo de personas, convertirte en un emprendedor digital puede ser una excelente opción para poder viajar mientras trabajas.

Como emprendedor digital tú serás el único responsable de tu proyecto online: crear contenidos, atraer público y vender una solución por la que estén dispuestos a pagar.

Esto te ofrece la mayor libertad posible para viajar —al final tú decides tus horarios de trabajo— pero también añade incertidumbre a tus ingresos mensuales, puesto que dependen totalmente del éxito que consigas.

Esta es la opción por la que aposté al dejar mi trabajo estable, y la única que contemplo desde hace varios años.

  1. Freelance

Quizás no estés dispuesto a asumir el (bajo) riesgo de crear tu propio negocio digital o no te consideres preparado para desarrollar una estrategia de negocio.

En este caso, una excelente forma de trabajar viajando es como freelance o profesional autónomo.

Un freelance es aquella persona que vende productos o servicios a sus clientes, trabajando en función de los contratos que tenga.

Es una forma de trabajo muy extendida (la mitad de la población activa a nivel mundial es freelance) y perfecta para un nómada digital porque muchos empleos que aceptan la modalidad freelance se realizan en remoto.

En España, para trabajar como freelance y poder emitir facturas debes darte de alta como autónomo en Hacienda y en la Seguridad Social. Puedes empezar con una tarifa plana de 60 euros/mes durante el primer año, que subirá progresivamente hasta los 286,15.

  1. Empleado por cuenta ajena

Por último, también puedes trabajar en remoto como empleado por cuenta ajena.

Una de las escasas buenas noticias que ha dejado la pandemia de la COVID-19 es que muchas empresas se han visto obligadas a recurrir al teletrabajo, modalidad que te permite trabajar desde donde tú quieras mientras cumplas con los objetivos empresariales.

Antes de la pandemia, un 4,8% de los trabajadores en España realizaba teletrabajo. En septiembre del 2020, la cifra se situaba en un 16,2%, según un informe de Randstad. 

La posibilidades de conciliación que ofrece a los trabajadores y los buenos resultados que ha dado a las empresas hacen que su implantación definitiva esté cada vez más cerca.


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