Crecimiento: El poder de la disciplina y perseverancia
¿Cuentas con los recursos económicos para lograr tus objetivos? ¿Tienes el apoyo de tus familiares y amigos para alcanzar tus metas? ¿Eres bueno en lo que haces? Si tu respuesta es “sí” en alguna o todas estas interrogantes, ¿por qué se te dificulta ver tus sueños hechos realidad? En efecto, te falta un ingrediente especial: disciplina y perseverancia.
Amplia tu conocimiento y descubre la influencia que tienen ambas cualidades en tu crecimiento y la manera en la que puedes poseerlas.
¿Qué es la perseverancia y la disciplina?
Ambos términos parecen significar lo mismo. Sin embargo, no es así. Es cierto que se complementan, pero guardan diferencias:
Por un lado, la perseverancia es la fuerza de voluntad frecuente o ininterrumpida en la decisión de ejecutar determinadas metas con éxito.
Una persona perseverante se caracteriza por ser responsable y trabajar fuertemente en aras de cumplir dichos objetivos.
En cambio, la disciplina es la facultad de llevar a cabo acciones en orden y con constancia para llegar a un fin.
La organización en la disciplina es indispensable puesto que permitirá concretar los propósitos deseados.
¿Qué implica la constancia y la disciplina?
Contar con estas cualidades involucra varias cosas, entre ellas: asumir nuevos retos y compromisos, materializar pequeñas ideas, no tomar nuevas decisiones ante la presión y finalizar cada tarea nueva. Asimismo, supone ser paciente, hacer todas las actividades pendientes y no desanimarse ante la presencia de resultados inesperados o perjudiciales.
Es justo en presencia de esos imprevistos y problemas que no debes frustrarte ni desalentarte. Ese es el momento preciso en el que debes usar tu fuerza de voluntad, constancia y disciplina. De esa manera, evitarás que te afecten a ti y, por ende, a tus metas.
Como ya sabes, tener objetivos es esencial para ser constante y disciplinado en la vida: desde realizar un curso online, ahorrar dinero, ejercitarte en casa, ganar peso, comprar un determinado producto, hasta terminar una carrera universitaria, aprender un nuevo idioma o habilidad, practicar un deporte… Lo que sea.
Da igual lo fáciles, difíciles, básicos o raros que parezcan, o si son a corto, mediano o largo plazo. Lo fundamental es que los tengas, que cada día bases tus acciones en ellos y que entiendas que para ver cambios debes empezar transformando tu estilo de vida y siendo constante.
¿Cómo la disciplina y perseverancia pueden ayudarte con tus objetivos?
Para que tengas una idea de su valor, hay muchos proyectos que no se materializan, propósitos trazados que no se cumplen, emprendimientos que no prosperan y, marcas y negocios sin éxito, debido a la falta de disciplina y perseverancia.
Allí está la clave. Esas son las virtudes que debes utilizar a tu favor, pues tus metas no las conseguirás si no te esfuerzas, si no luchas por ellas y si no trabajas con regularidad. Sucederá lo mismo si permites que malos hábitos, distracciones, falta de compromiso y ausencia de fuerza de voluntad se adueñen de tu vida.
Al contar con ambas facultades, los obstáculos que se atravesarán en tu recorrido hacia tu fin, no te desmotivarán. Más bien te alentarán cuando más lo necesites. Serán el motor que te impulsará a avanzar. Te ayudarán a que no se pasen por tu mente frases como: “no puedo”, “me rindo”, “es imposible” o “lo hago después”.
No importa si tu panorama se torna gris o parece ser el peor. Te brindarán la fuerza de voluntad suficiente para actuar sobre él, darle color y verlo desde otra perspectiva. Además, te darán la firmeza, convicción y determinación que necesitas para definir tus metas y saber por qué quieres efectuarlas.
5 tips para ser una persona con disciplina y perseverancia
¿Te cuesta ser disciplinado y perseverante? Existe la manera de solucionarlo y no es a través de una fórmula mágica. No existe. Dependerá de ti.
Sigue estos consejos y ve el gran giro hacia lo positivo que dará tu vida:
1. Define tus objetivos
No se trata de solo mencionar tus propósitos. Debes detallarlos y subdividirlos, saber con exactitud lo que quieres y cuándo los culminarás (o al menos fijar una fecha aproximada). También debes especificar cómo los alcanzarás, por medio de qué canales y qué técnicas aplicar.
2. Programa recordatorios
A veces la interrupción de la disciplina y perseverancia se debe a un descontrol en los horarios. Para evitar que eso te ocurra, establece alarmas en tu ordenador o portátil y dispositivo móvil. Incluso puedes pegar notas en los espacios donde sueles trabajar.
3. Diseña un plan
El éxito no entrará en tu vida por sí solo. No se consigue lanzando flechas con la esperanza de apuntar bien ni mucho menos al azar. Es necesario elaborar un plan de acción en el que estén plasmadas tus metas, modo de operar, alternativas para enfrentar y superar los riesgos, un plan B, C y D, y demás detalles que te llevarán a cumplirlas. Será tu guía diaria, la base para saber cuándo y cómo accionar.
4. Evalúa y celebra tus progresos
Para mantenerte con entusiasmo, mide los avances que has logrado en períodos cortos. Por ejemplo: en una, dos, tres, cuatro o cinco semanas. Nunca que sea superior a un mes porque la idea principal es que te mantengas reconfortado así sea con los mínimos progresos. Cuando los midas, compártelos y date un gusto.
5. Avanza pese a los tropiezos
Es posible que varias de tus acciones no tengan éxito o que pienses que el entorno esté en tu contra. No te desanimes ni te quedes en el mismo lugar. Prueba otros métodos, cambia tus estrategias y aprende de las lecciones. Debes continuar adelante sí o sí.
Si no tienes los medios para costear los gastos que acarrean perseguir tus propósitos, si estás solo o si careces de tiempo, también podrás lograr tus objetivos.
Mediante la disciplina y perseverancia no habrá cabida para ningún tipo de excusas. Serán otra de tus fuentes de inspiración para querer comerte al mundo sin importar las condiciones en las que te encuentres o los momentos que estás viviendo.