El don de la palabra: Conseguir una comunicación más efectiva

Una comunicación más efectiva te ayudará a expresar mejor tus ideas, sentimientos, inquietudes y conocimientos. Comenzarás a tener mejores relaciones con los demás y te hará mejorar en diferentes ámbitos. Descubre cómo.

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¿Estás cansado de que tus mensajes sean mal interpretados? ¿Tu pareja y tú no se entienden? ¿Tus indicaciones no se siguen al pie de la letra? Lo más seguro es que requieras aprender a tener una comunicación más efectiva. Allí está la clave para resolver esos problemas.

¿Qué es la comunicación efectiva?

Es un proceso que consiste en expresar conocimientos, emociones, ideas, pensamientos e información. Pero no de cualquier manera sino de la más comprensible posible con la finalidad de que el mensaje transmitido se entienda con claridad.

En dicho proceso participan al menos dos personas: un emisor y un receptor, quienes interpretan el mensaje de la misma forma puesto que no hay cabida para confusiones al respecto.

17 tips para conseguir una comunicación más efectiva

Para que tus mensajes sean entendidos con claridad y puedas mejorar tus relaciones en el ámbito personal, laboral, familiar y de pareja, pon en práctica estos consejos infalibles:

1.    Conoce el significado de las palabras

No cometas este error: emplear términos cuyos significados desconoces. 

Si no los sabes o tienes dudas, lo ideal es que los investigues. Te tomará un par de segundos encontrar lo por internet. 

Igualmente, si son palabras poco comunes y complejas (y sabes de qué tratan), procura no utilizarlas y opta  por sinónimos entendibles.

2.    Amplía tu vocabulario

Este tip tiene que ver con el anterior. Pues, para una comunicación más efectiva, es esencial tener un buen léxico en razón de que te ayudará a usar los términos apropiados de acuerdo con la persona a la que te estás dirigiendo.

Aparte, tendrás la ventaja de entender con facilidad a los demás.

La recomendación por excelencia para expandir tu vocabulario es la lectura. ¡Lee!

3.    Ve al grano

En la medida en que seas directo y objetivo, tu mensaje se entenderá más rápido. Así que, con antelación, define el mensaje que quieres dar y evita las palabras de relleno. ¡No improvises!

En el caso de necesitar abordar varios temas, independientemente de que se vinculen entre sí o no tengan que ver con el asunto principal, no los mezcles. Distribúyelos, trata uno a la vez y avanza al siguiente cuando el mensaje que estés expresando haya concluido.

4.    Documéntate sobre otras culturas

El hecho de que tengas alguna noción general en torno a la cultura de otras personas, te permitirá darle el sentido adecuado a lo que te muestran y/o dicen.

No olvides que en tu entorno algunas señales, palabras, costumbres… pueden tener una acepción distinta al de los demás, y viceversa.

5.    Presta atención a tus expresiones

Si lo que dices no coincide con tus expresiones corporales, tu mensaje se malinterpretará.

Debes tener cuidado con eso debido a que incluso la comunicación gestual (postura, movimientos con las manos, miradas…) tiende a decir más de lo que en verdad se quiere manifestar. Entonces, intenta que tu modo de expresarte vaya acorde con lo que expresas.

6.    Haz ademanes

Con base en el tip de atrás, si quieres captar la atención, generar confianza y persuadir al momento de hablar, los ademanes te serán de gran ayuda.

Ahora bien, ¿qué son los ademanes? Son una serie de movimientos, gestos o expresiones realizadas casi siempre con las manos, el rostro, las piernas y la cabeza para denotar estados de ánimo, actitudes, decisiones, etc.

Son como un complemento al lenguaje verbal que los políticos, oradores y docentes acostumbran usar en sus conferencias. No obstante, puedes usarlos en otras circunstancias para reforzar tus mensajes y que estos sean comprendidos.

En este video sobre los ademanes aprenderás cómo usarlos. 

Recuerda que el secreto está en la práctica. Por lo tanto, párate frente un espejo, haz gestos, obsérvate  y repite esta tarea varias veces hasta que se convierta en algo espontáneo.

7.    Admite tus dudas y despeja las que haya

Avisar que hay interrogantes y responderlas, es uno de los métodos más seguros para tener una comunicación más efectiva.

Es indispensable dedicar un lapso de tiempo a las inquietudes ya que ese será el momento oportuno para lograr que el mensaje se entienda.

Cual fuese tu posición (emisor o receptor), de haber dudas, acepta que las tienes y no te las guardes. ¡Exteriorízalas! Y si debes aclarar algún aspecto, hazlo.

8.    Habla con un tono de voz correcto

Si hablas muy alto, aturdirás, pudiendo ocasionar conflictos a causa de que tu mensaje se distorsionará. Y si hablas muy bajo, no serás escuchado.

En cualquier caso, tu mensaje no llegará: el receptor se centrará en tu tono de voz y no en lo que estás expresando.

Así que, no grites pero tampoco susurres. ¡No te vayas a los extremos! Toma como referencia el tamaño del lugar donde te encuentres, la cantidad de personas y la distancia entre tú y ellas. Esos serán tus mejores indicadores para utilizar el tono de voz idóneo. 

9.    Analiza lo que vas a decir

No digas lo primero que se te ocurra. Por el contrario, reflexiona y cuestiónate si vale la pena expresarlo.

En definitiva, antes de hablar, piénsalo y busca las palabras propicias.

10. Concéntrate

La distracción es uno de los motivos principales de una mala comunicación.

Por ejemplo, estar revisando el móvil con frecuencia, a veces hace que se pierda el hilo de la conversación, provocando disgusto.

Para evitar ese tipo de desagrado, mira a los ojos (con naturalidad) a la persona que habla, deja por unos minutos lo que estés haciendo y enfócate en tener un buen feedback.

11. Emplea la escucha activa

En pocas palabras, la escucha activa es eso, oír activamente a la persona que está hablando. Es escucharla con conciencia e interés. Es estar concentrado y atender a lo que se dice.

La escucha activa es una señal de que el interlocutor no está malgastando su saliva y tiempo, y que el oyente le está prestando verdadera atención.

12. Sonríe de vez en cuando

Ser una persona sonriente se asocia con positividad, y una persona positiva suele ser escuchada con mayor eficacia. Esto no implica forzar una sonrisa o tenerla siempre en el rostro. Debe ser genuina y en ocasiones precisas.

Sin embargo, mucho cuidado con aplicar este tip porque puede ser un arma de doble filo. Solo hazlo en situaciones que lo ameriten o en aquellas donde el contexto lo permita.

Ten en cuenta que una sonrisa en temas serios, como la resolución de un conflicto de pareja, no tendrá el mismo efecto que en un debate acerca de, por ejemplo: cine, arte, anécdotas, ciencia…

13. Mantén la calma

Cada cabeza es un mundo diferente. O sea, el resto de las personas no tienen la misma perspectiva de las cosas y tampoco reaccionan como tú.

Por más contrarios que sean sus pensamientos, principios, valores, ideales, creencias, etc. a los tuyos, respeta, tolera, sé inteligente, mantente con serenidad. Por nada del mundo pierdas la cordura. Respira profundo e inhala. Así podrás defender y dar a entender con facilidad tu punto de vista.

14. Selecciona el canal más conveniente para comunicarte

Si habitúas comunicarte por medio de escritos (WhatsApp, SMS, correo electrónico…) y aun se te dificulta darte a entender, es hora de que intentes con otros mecanismos para lograr una comunicación más efectiva.

Una videollamada, conversación personal o llamada telefónica, podría darte los resultados que esperas dado que habrá un contacto más cercano entre el receptor y tú. Ambos escucharán sus tonos de voz y/o verán los gestos que hacen. Sin duda, la comunicación se desarrollará con fluidez.

Deja los emails y mensajes escritos para otras cuestiones en donde no haya espacio a la confusión.

15. Evita interrumpir

En primer lugar, interrumpir a alguien mientras está dando una explicación o expresando sus ideas o conocimientos, es de mala educación.

Asimismo, va en contra de una comunicación más efectiva. Lo recomendable es que esperes a que la contraparte termine de dar su discurso y luego procede a emitir tus comentarios o preguntas.

Lo que se busca es un equilibrio en donde ambos respeten sus turnos y haya igualdad de participación. De esa manera no habrá impresiones negativas que pudiesen desviar el tema central y que haya malos entendidos.

16. Considera el asunto, el lugar y la persona

Antes de dar una explicación, hacer una pregunta o comentario, es fundamental que evalúes estos 3 factores: tema, sitio y receptor.

Por ejemplo: si estás en una celebración familiar, ¿crees que es pertinente llamar a tu jefe a altas horas de la noche y solicitarle un aumento de sueldo? Por supuesto que no.

De no darse las condiciones aptas, postérgalo y espera la ocasión adecuada.

17. Demuestra empatía

La esencia de una comunicación más efectiva también radica en la empatía. Es decir, si tienes la capacidad de detectar qué siente o piensa la otra persona y experimentas sus vivencias como propias, el entendimiento será recíproco y sencillo. ¡Tu mensaje será recibido con éxito!

Por último, para que tengas una comunicación más efectiva con tu círculo social, es crucial que tus niveles de estrés estén controlados, te expreses con objetividad, no hagas suposiciones, no ignores la intención positiva de los demás y argumentes en vez de atacar.

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