Comunicación: El poder de ser carismático
El carisma es una cualidad que a algunos les nace de forma natural, mientras que otros, al tener su lado carismático más apagado, necesitan desarrollarlo. Por lo tanto, si te estás preguntando cómo tener carisma, probablemente no lleves en la sangre este comportamiento. Sin embargo, no tienes porqué preocuparte. ¡Lo puedes aprender! En este artículo te daremos distintos consejos para que logres tu objetivo y te conviertas en una persona carismática.
Para comenzar, debes comprender que todas las personas pueden llegar a ser más carismáticas. Por esta razón, a continuación podrás conocer distintos consejos para que puedas construir una personalidad carismática.
Cómo tener carisma: Los mejores consejos que cambiarán tu vida
Buscar el contacto visual
El hecho de que estés mirando a los ojos a otra persona, refleja claramente que tú le prestas atención. Algunos estudios han encontrado que una mirada puede activar el área del sistema nervioso que se relaciona con la aceptación social y las recompensas.
Otros estudios indicaron que el hecho de que una persona mirase a los ojos hace que los demás la vean con mayor agrado y atractividad. Esto quiere decir que si procuras ser más carismático/a, mirar de forma directa te podrá brindar buenos resultados.
No obstante, esto no aplica para todos los contextos. Recuerda que si ves a un desconocido por la calle, no necesitas mirarlo directamente. En esta situación tu mirada podría ser percibida como una amenaza.
Procura escuchar de forma activa
Escuchar con el corazón es otra habilidad asociada con el carisma. Para convertirte en una persona carismática, en vez de pensar en lo que tú quisieras hablar, necesitas enfocarte en lo que te está diciendo la otra persona.
Muchos describen el poder de ser carismático con la capacidad extraordinaria para transmitir una meta o una visión que sea de inspiración. Sin embargo, para que puedas ser carismático/a de manera cotidiana necesitas estar presente al 100% y ser receptivo/a en las charlas que tengas con otra persona.
En definitiva, si deseas ser recordado por los demás, debes escucharlos. Además, es crucial que muestres empatía y dejes de usar tu móvil durante las conversaciones sociales. De manera adicional, evita realizar interrupciones y no intentes cambiar el tema hacia ti mismo.
El verdadero interés hacia lo que te cuenten es realmente indispensable. Sin lugar a dudas, si prestas atención y no juzgas al otro, permitirás que esta persona se sienta apreciada, protegida y respetada.
Realiza más preguntas
No cabe duda que a la gran mayoría de las personas les agrada hablar de sí mismas. Con esto te quiero decir que si estás en una conversación y ves que la otra persona desea contarte más, síguele el ritmo y solicítale más información. De esta forma te estarás comportando como una auténtica persona carismática. Únicamente procura que tu interés por saber más de la persona sea real y no fingido.
¿Deberías o no mostrar tus expresiones?
Practicar frente al espejo puede ser de gran ayuda para que aprendas a reflejar tus emociones a través de tu expresión facial. Hacerlo será de utilidad para que mejores el proceso de comunicación social. De esta manera tu cara no se verá estática, sino que podrás reflejar los sentimientos en base a lo que te cuente la otra persona.
A la vez, necesitas aprender a ejercer el control sobre tus expresiones. Por ejemplo, no es necesario que todos noten que te encuentras decepcionado o furioso. En su lugar puedes intentar reflejar tranquilidad y calma en tu rostro.
Encuentra algo en común para crear un vínculo
Si percibes que tú y otra persona tienen algo en común, no tengas miedo en preguntar o profundizar en el tema. Esto reflejará interés y creará una conexión, ya que podrán compartir algo que los une.
Asimismo, crear un lazo con otra persona requiere que te atrevas y des ese acto de valentía. No lo olvides nunca, tú puedes vencer la timidez y forjar relaciones.
Ten en consideración que un vínculo verdadero no surge de la noche a la mañana. Por este motivo, no te desanimes y sigue trabajando en ti mismo. De este modo descubrirás cómo tener carisma.
Realiza preguntas retóricas
En base a las investigaciones de Harvard, los líderes que se destacan por su personalidad carismática utilizan comúnmente preguntas retóricas. Las mismas son la base para impulsar el compromiso.
Sin importar si hablas con una sola persona, o frente a un amplio público, este consejo puede ser de gran ayuda. De hecho, un gerente logró que un empleado aumentase su motivación por medio de las siguientes palabras: “Así que, ¿a dónde piensas llegar aquí? ¿Regresarás a tu oficina como un perdedor o piensas demostrar qué tan bueno eres?”
Llama a las personas por su nombre
Un libro de autoayuda que consiguió ventas asombrosas es el de Dale Carnegie, “Cómo ganar amigos e influir en las personas”. Aquí este escritor nos relata que las personas aman oír su nombre. Incluso, este hecho está comprobado por la neurología.
Entonces, para que consigas tener carisma, cuando converses con otra persona procura decir su nombre. Por sobre todo cuando te despidas.
De igual modo, en caso de que presentes a alguien, di su nombre y a continuación comenta alguna de sus conquistas. Por ejemplo, “Este es Sergio Rossi, una persona con una amplia experiencia en el ámbito de la programación”.
Sonreír es fundamental
Una sonrisa real es aquella que aparece cuando confiamos en nosotros y tenemos la certeza de que, sin importar qué ocurra, seguiremos avanzando. Por otro lado, nuestra sonrisa es interpretada por los demás como una invitación a acercarse.
Por ende, si anhelas que la gente con la que te rodeas se sienta cómodas y bien acompañadas sonríe de forma genuina.
No te olvides de gesticular
Una persona carismática no se queda como una estatua al hablar. En cambio, refuerza su mensaje por medio de los gestos que realiza con las manos.
Mediante un estudio experimental se comprobó que el público veía con más competencia y efectividad a quienes usaban los gestos durante su charla que a aquellos que no movían sus manos.
Incluso, se ha confirmado que el refuerzo de las palabras por medio de la gesticulación permite que el oyente recuerde más el mensaje que se desea transmitir.
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